Hay innumerables áreas de aplicación en las que una IA funciona de manera confiable, pero tantas otras en las que una IA no es adecuada.

Los oponentes a la Inteligencia Artificial (IA), en particular, a menudo propagan el temor de que la IA pueda volverse más inteligente que un humano, usurpar el dominio del mundo y controlar los humanos. Hoy, esto es todavía muy poco probable. Veamos qué y qué no puede hacer una IA en este momento. La Inteligencia Artificial no puede hacer todo.

IA débil, IA fuerte y superinteligencia artificial

Para empezar, hay que definir el término “inteligencia artificial” en tres niveles: IA débil, IA fuerte, y la llamada superinteligencia artificial.

Una “IA débil” está especialmente desarrollada para un caso de uso concreto, y no puede transferir sus hallazgos a otra área. Por ejemplo, es posible reconocer objetos usando IA. Pero esta IA no está diseñada para la detección de objetos.

Con una “IA fuerte” es posible vincular diferentes áreas entre sí. La IA fuerte puede transferir conocimientos de forma independiente a estas otras áreas, y sacar sus propias conclusiones. Una inteligencia artificial de este tipo, una IA fuerte, aún no existe. Pero se están realizando muchas investigaciones para comprender aún mejor el cerebro humano, y poder transferir estos resultados de investigación a la investigación de la IA.

La “superinteligencia artificial” supera muchas veces a la IA fuerte. Esta inteligencia artificial es más inteligente que un humano en todos los aspectos. Sin embargo, dato que la investigación actual ni siquiera ha podido lograr una IA fuerte, la superinteligencia artificial es todavía un futuro muy lejano.

Aunque actualmente no existe una IA fuerte, ni una súper IA, incluso una IA débil ofrece numerosas oportunidades para ayuda a las personas en su trabajo. Hay muchos temas que pueden ser resueltos por una IA débil. Veamos algunos ejemplos a continuación.

La Inteligencia Artificial no puede hacer todo

Utilizar la IA para predecir los mercados de valores. O enseñara a una IA a jugar a la ruleta y hacernos ricos rápidamente. Por muy tentador que parezca, estos ejemplos no son más que ideas irrealizables, sueños incumplidos.

Para que una inteligencia artificial pueda resolver un problema, también debe poder resolverse matemáticamente. Dado que ganar a la ruleta es pura casualidad, que no puede ser predicho por un ser humano ni calculado matemáticamente, esta tarea tampoco podrá ser resuelta por una IA.

En principio, una predicción de los mercados de valores es posible con una IA. Pero, para ello, la IA necesitaría acceso ilimitado a toda la información que influye en el mercado. Además de los informes de las empresas, la IA también debería recibir todos los artículos de periódicos, comunicados de prensa, solicitudes de patentes, etc., en tiempo real. Por un lado, esto no es posible debido a la cantidad de datos, y, por otro lado, a la disponibilidad de esta información.

Sin embargo, también hay casos de uso en los que una IA puede resolver el problema, pero no tiene ninguna ventaja sobre un algoritmo clásico. En tales casos, también, una IA es inadecuada, por el esfuerzo para entrenar una inteligencia artificial de manera confiable. Por ejemplo, cuando se trata de clasificar cosas, o leer códigos de barras y códigos QR.

Para qué es adecuada la Inteligencia Artificial

Como regla general, podemos recordar: “todo lo que una persona puede aprender como experto, también puede ser resuelto de manera confiable por una IA”.

Por ejemplo, es posible que las personas aprendan diferentes idiomas con fluidez y luego traduzcan entre ellos. Además, con suficiente entrenamiento, una persona puede memorizar todas las marcas y modelos de automóvil, y reconocerlos. Estos son solo dos ejemplos de innumerables casos de uso que se pueden resolver con IA.

El software de traducción DeepL, por ejemplo, utiliza inteligencia artificial para permitir traducciones fuera de Google Translate, y en oraciones y textos que suenen significativos.

Con el software “Make and Model”, las marcas y modelos de vehículos se pueden identificar de manera confiable. Incluso si se trata de vehículos accidentados, o vehículos modificados, o la sección de imágenes muestra casi ningún vehículo.

Anteriormente, se excluyó la ruleta como una posible aplicación de IA. Pero esto no excluye a todos los “juegos de azar”. Por ejemplo, la IA de póquer “Pluribus” venció a varios jugadores profesionales al mismo tiempo. Que esto sea posible se debe al hecho de que el póquer no es solo un juego de azar, sino que también incorpora muchos aspectos humanos. Así como un profesional del póquer aprende estos aspectos humanos, una IA también puede entrenarse en ellos. Por ejemplo, reconocer patrones de comportamiento en un farol, y adaptar su propio juego en consecuencia.

Resumen

Se pueden usar dos preguntas para tener una idea aproximada de si un problema es adecuado para la IA o no:

  1. ¿Se puede resolver el problema matemática y racionalmente?
  2. ¿Puede una persona (como experta) resolver el problema?

Hay innumerables áreas de aplicación en las que una IA funciona de manera confiable. Pero tantas otras en las que una IA no es adecuada. Aquí, solo hemos vistos un pequeño extracto de las tareas clásicas.

La Inteligencia Artificial no puede hacer todo